Raíces de amargura
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; Hebreos 12:15
Notas de Fe y Gracia
Este es el día que hizo el Señor; regocijémonos y alegrémonos en él. Salmos 118:24
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; Hebreos 12:15
En medio de los desafíos y tribulaciones de la vida, es fácil sentirse desanimado y descorazonado. 2 Corintios 4:16-18, nos ofrece un poderoso mensaje de esperanza y resiliencia, recordándonos que a pesar de las pruebas que enfrentamos, podemos encontrar fortaleza y renovación en Cristo.
Vino luego esta palabra de Jehová a Samuel: Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis palabras. Se apesadumbró Samuel y clamó a Jehová toda aquella noche. 1 Samuel 15.10–11
El Señor le dijo a Moisés: «Váyanse, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto. Suban a la tierra que juré dar a Abraham, Isaac y Jacob. A ellos les dije: “Daré esta tierra a sus descendientes”. Enviaré un ángel delante de ti para expulsar a los cananeos, los amorreos, los hititas, los ferezeos, los heveos y los jebuseos. Suban a la tierra donde fluyen la leche y la miel. Sin embargo, yo no los acompañaré, porque son un pueblo terco y rebelde. Si lo hiciera, seguramente los destruiría en el camino». (Éxodo 33:1-3).
El deseo de cada creyente en Cristo debería ser agradar a Dios. Si hemos sido objeto de su amor y de su gracia lo menos que podemos hacer es vivir para agradarle.